La prótesis dental es una estructura metálica con varios dientes artificiales que se ancla a los dientes y sirve para reponer las piezas ausentes o estructuras óseas que se han reabsorbido a lo largo del tiempo con la pérdida de los dientes naturales. Mediante estos dispositivos protésicos, se restablece la masticación, la deglución, el habla y la estética de los pacientes.
Las prótesis dentales ofrecen una solución muy cómoda y efectiva para millones de pacientes anualmente en todo el mundo. Pero cada persona, por sus características físicas y fisiológicas, requiere de una solución específica y personalizada.
Prótesis removibles: Son unas prótesis ampliamente usadas entre los ancianos que han perdido todos los dientes. Son prótesis que sí abarcan toda la extensión de la boca. Siempre que sea posible y exista algún punto de apoyo (quede algún diente en la boca del paciente), se optará por las prótesis parcialmente removibles.
Prótesis fijas dientes:
También conocidas como puente dental fijo. Como el mismo nombre indica, no son removibles. Son un tipo de prótesis que se apoya sobre los dientes sanos que el paciente aún conserva. Normalmente sustituyen a dientes adyacentes perdidos. Ofrecen una gran resistencia y durabilidad, y mantienen un buen aspecto con el paso del tiempo.
Por otro lado, al ser una técnica más económica que la implantología, se convierte en una buena alternativa para personas con presupuestos más ajustados.